domingo, 11 de julio de 2010

Los mejores telefilms de la historia

Siempre he pensado que los telefilms cumplen una función social fundamental: han educado a toda una generación , los que salíamos del instituto a las 15:15 y los veíamos en Telecinco o Antena 3 mientras comíamos. Tampoco hemos salido tan mal… o al menos las generaciones venideras siempre parecerán peores. Gracias a estas películas estadounidenses aprendimos grandes lecciones de vida y descubrimos conceptos nuevos, como el síndrome de la universitaria borracha. ¿Quién iba a pensar que los fines de semana a los 20 años podían derivar en un síndrome investigado por la medicina moderna? Me imagino que los científicos también harán descansos de vez en cuando, que no todo es buscar la cura del SIDA o el cáncer. Todos nos merecemos un rato de relax tratando de conocer la raíz del comportamiento de las universitarias después de 5 chupitos de tequila.

Mi amiga Laura y yo tenemos un ránking de los mejores telefilms (jamás serán tv movies para mí) de la historia, encabezado por la obra maestra del género “Quién lo diría”, protagonizada por la hija mayor de Padres Forzosos y Arnold de Aquellos maravillosos años. Es una película que tiene todos los ingredientes del género en su justa medida:


1- Título contundente, llamativo y descriptivo (el mejor ejemplo es la también magistral “¿Qué clase de madre eres tú?”)

2- Actores que te resultan familiares pero que podrían ser el vecino de al lado

3- Ritmo argumental

4- Lección de “te-podría-pasar-a-ti” o, en su defecto, “le-podría-pasar-a-tu-hija”

¿Argumento novedoso? No ¿Bien contado? Sí. En el año 96 los malos tratos no eran un tema candente y menos entre chavales de instituto. Y además ponen al adorable Arnold como maltratador y acabas soltando un quién lo diría. Creo que nunca podré olvidar la escena más impactante de la película: ella aparece en el instituto llevando una minifalda y él le obliga a ponerse unos enormes pantalones de chándal de tactel azul, tan de moda a principios de los 90. Puede que no hubiera violencia, pero psicológicamente emanaba crueldad.


Nadie hace estas película como los americanos, lo cierto es que nos llevan siglos de ventaja. Últimamente los canadienses y los alemanes están intentando llevarse un trozo del pastel de los telefilms de sobremesa. Pero sé reconocer lo genuino a primera vista; en las películas alemanas suele haber un acosador, llamémosle Fritz o Hans, que es el psicópata más educado del mundo. Parece que en cualquier momento le va a pedir perdón por irrumpir en su casa a altas horas de la madrugada, despertarla y encima montar semejante estropicio al romper el cristal para entrar. Siempre me sorprendo de que no acaben desayunando juntos unas salchichas con cerveza.

Si queréis recordar viejos tiempos, ahí os dejo una buena escena de telefilm (minuto 8:40)

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